El periodo de cuarentena que estamos sobrellevando, ha hecho que las rutinas de descanso de los niños se vean claramente afectadas. Estar sin clases presenciales, no poder jugar con sus amigos, la incertidumbre y el aumento a la exposición de pantallas y dispositivos electrónicos, entre otros factores, ha generado un gran impacto emocional que se ve reflejado en las alteraciones en el sueño de los niños.
¿Qué se debe hacer entonces para que los niños duerman bien durante el periodo de cuarentena?
Aunque se deben mantener la mayor parte de las rutinas diarias, también es importante estar conscientes que los nuevos horarios de sueño pueden ser adaptados a esta nueva situación de confinamiento, basándose siempre en un cierto orden lógico y estable. Algunas recomendaciones para lograr un buen descanso en los niños pueden resumirse de la siguiente forma:
1. Es recomendable que las actividades que impliquen cierto esfuerzo mental y físico se realicen en las horas de la mañana, tales como realizar los deberes escolares, hacer ejercicio, leer, etc.
2. Asegurarse que los niños tengan por lo menos dos horas diarias de exposición a luz natural, por ejemplo, haciendo sus tareas escolares o actividades rutinarias cerca de una ventana, y si se tiene la posibilidad, en una terraza, balcón o jardín.
3. Respetar los horarios de alimentación, teniendo presente una buena ingesta de alimentos nutritivos como frutas y verduras, darle una gran importancia al desayuno como primera fuente de energía en el día, y cenar por lo menos dos horas antes de ir a la cama; así mismo, evitar alimentos excitantes por la noche, como por ejemplo dulces, bebidas con cafeína, entre otros, ya que pueden causar una mayor energía y excitación en los niños y entorpecer su buen descanso nocturno.
4. Restringir la luz de las pantallas y dispositivos electrónicos ya que, la luz que emiten aparatos como la televisión, computadores, tabletas, celulares, entre otros, pueden interferir en la conciliación del sueño, por lo cual será necesario evitar que los niños usen dichos dispositivos por lo menos una hora antes de irse a dormir.
Es muy importante recordar que el sueño depende de un reloj biológico personal, así como de los hábitos o estímulos que hacen que el cuerpo funcione de manera correcta. Así que, en el caso del descanso nocturno de los niños, depende en gran medida de los padres el orientar sus rutinas de tal manera que su sueño sea reparador y su día a día sea más llevadero especialmente durante la época de cuarentena.